Los nuevos datos del estudio TRA 2P-TIMI 50 mostraron que la terapia a largo plazo con Vorapaxar se asocia con un riesgo reducido de trombosis del stent en pacientes estables con aterosclerosis y antecedentes de implantación de stent coronario.
El estudio aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo inscribió a pacientes estables con infarto de miocardio previo, enfermedad arterial periférica o accidente cerebrovascular a los que se les asignó vorapaxar o placebo.
Para el nuevo análisis, los investigadores evaluaron las tasas de trombosis del stent utilizando los criterios del Consorcio de Investigación Académica (ARC).
De los 26 449 pacientes asignados al azar a vorapaxar o placebo, 14 042 (53 %) tenían antecedentes de colocación de stent en la arteria coronaria y 449 pacientes recibieron un implante de stent durante el estudio.
El seguimiento fue de 2,5 años.
Durante este período se notificaron 152 casos de trombosis de stent, de los cuales el 92% se produjeron de forma tardía o muy tardía.
En comparación con el placebo, vorapaxar se asoció con una reducción de la trombosis del stent por ARC (1,1 % frente a 1,4 %; cociente de riesgos instantáneos, HR = 0,71).
Esta reducción se mantuvo constante a pesar de variables como el tiempo transcurrido desde la intervención coronaria percutánea (ICP), la diabetes mellitus, el uso de stents liberadores de fármacos o la terapia antiplaquetaria dual en el momento de la aleatorización.
Vorapaxar también produjo aumentos en las hemorragias GUSTO de moderadas a graves (HR = 1,57).
El estudio demostró que PAR-1 podría representar una diana terapéutica para reducir el riesgo de trombosis del stent en prevención secundaria a largo plazo. ()
Fuente: Revista del Colegio Americano de Cardiología, 2014
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