Los beneficios clínicos de los anticoagulantes orales directos como complemento de la terapia antiplaquetaria como prevención secundaria después del síndrome coronario agudo pueden depender del tipo de síndrome.
El régimen farmacológico parece producir beneficios en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST (STEMI), pero no en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST.
En las últimas décadas se han desarrollado e implementado varios fármacos antitrombóticos en el tratamiento del síndrome coronario agudo, que han contribuido a una importante reducción del riesgo de mortalidad y eventos isquémicos recurrentes.
Se ha demostrado que el aumento de la eficacia antitrombótica reduce el riesgo de eventos isquémicos; sin embargo, se encontró un aumento paralelo del riesgo de sangrado.
Para evaluar la seguridad y la eficacia de los anticoagulantes orales directos como complemento de la terapia antiplaquetaria después del síndrome coronario agudo, se evaluaron 29 667 pacientes incluidos en seis ensayos aleatorios.
El criterio principal de valoración fue una combinación de muerte cardiovascular, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular, y el criterio principal de valoración de seguridad fue el sangrado mayor.
Los pacientes incluidos en los estudios que presentaban síndrome coronario agudo (49,1% con infarto STEMI) fueron asignados aleatoriamente a anticoagulantes orales directos o un placebo además de la terapia antiplaquetaria.
Los pacientes que recibieron anticoagulantes orales directos tuvieron un riesgo significativamente menor de la combinación de muerte cardiovascular, infarto de miocardio y accidente cerebrovascular que los que recibieron terapia antiplaquetaria sola (odds ratio, OR = 0,85; IC del 95 %, 0,77-0,93).
Este beneficio fue significativo entre los pacientes con infarto de miocardio STEMI (OR = 0,76; IC del 95 %, 0,66-0,88); sin embargo, no se encontraron efectos terapéuticos significativos en pacientes con síndrome coronario agudo sin elevación del segmento ST (OR = 0,92; IC del 95 %, 0,78-1,09).
En cuanto a la seguridad, los anticoagulantes orales directos más la terapia antiplaquetaria se asociaron con un mayor riesgo de sangrado mayor que la terapia antiplaquetaria sola (OR = 3,17; IC 95%, 2,27-4,42).
Esto se encontró tanto en pacientes con infarto de miocardio STEMI (OR = 3,45; IC 95%, 1,95-6,09) como en pacientes con otros síndromes coronarios agudos (OR = 2,19; IC 95%, 1,38-3,48).
El perfil de riesgo-beneficio de los anticoagulantes orales directos como complemento de la terapia antiplaquetaria parece diferir según el tipo de síndrome coronario agudo.
Los anticoagulantes orales directos podrían representar una estrategia terapéutica en pacientes con infarto de miocardio con elevación del segmento ST. ()
Fuente: JAMA Cardiología, 2018
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