La monitorización de la turbulencia de la frecuencia cardíaca (HRT) y la alternancia de ondas T (TWA) en pacientes con infarto de miocardio y función sistólica alterada puede permitir la identificación de pacientes con alto riesgo de muerte cardíaca o paro cardíaco posteriores.
En el estudio Risk Estimation After Infarction Non-gressive Evaluation (REFINE), participaron 322 pacientes con una fracción de eyección del ventrículo izquierdo inferior al 50 % en la primera semana después de un infarto de miocardio.
El seguimiento medio fue de 47 meses.
El tono autonómico se evaluó mediante TRH y el sustrato eléctrico mediante TWA.
De 2 a 4 semanas después del infarto de miocardio, los investigadores no lograron identificar a los pacientes con mayor riesgo de la variable principal, incluida la muerte cardíaca o el paro cardíaco.
A las 10-14 semanas después del infarto de miocardio, la turbulencia alterada de la frecuencia cardíaca del ECG y las alternancias anormales de la onda T se asociaron de forma independiente con un mayor riesgo del criterio principal de valoración.
El 20 % de los pacientes con tono autónomo y sustrato eléctrico anormales, y con una fracción de eyección inferior al 50 % a las 8-10 semanas, tenían un riesgo 6 veces mayor del criterio principal de valoración, en comparación con los demás pacientes. ( )
Fuente: Revista del Colegio Americano de Cardiología, 2007
cardio2007