Medicamentos para la diabetes tipo 2: menor seguridad cardiovascular con glimepirida, glibenclamida, glipizida y tolbutamida

La metformina (MetBay) parece ser más segura que varias sulfonilureas y meglitinidas para pacientes con diabetes mellitus tipo 2.

En un estudio de cohorte danés, la glimepirida (Amaryl, Solosa), la glibenclamida (Daonil), la glipizida (glucotrol) y la tolbutamida (Orinase) se asociaron con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas y mortalidad cardiovascular en comparación con la metformina.

La investigación ha demostrado que la metformina puede considerarse el fármaco de elección en la diabetes mellitus tipo 2, pero la seguridad cardiovascular y la eficacia a largo plazo de este fármaco en comparación con otros secretagogos siguen sin estar claras.
Además, pocos estudios han comparado la mortalidad a largo plazo relacionada con la monoterapia con estos fármacos.

Se analizaron los datos de todos los pacientes daneses a los que se prescribió un secretagogo de insulina o metformina entre 1997 y 2006.
Un total de 107.806 pacientes fueron seguidos hasta 9 años, con una mediana de 3,3 años, y se puntuó a los pacientes en función de si habían sufrido un infarto de miocardio previo o no.

La glimepirida fue el fármaco más utilizado.

Observamos que, en comparación con la metformina, los secretagogos se asociaron con un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas en pacientes que no habían tenido un infarto de miocardio previo: Glimepirida (hazard ratio, 1,32); Glibenclamida (HR = 1,19); Glipizida (HR = 1,27); Tolbutamida (HR = 1,28).

También hubo un mayor riesgo de mortalidad para aquellos que habían tenido un ataque cardíaco previo: Glimepirida (HR = 1,30); Glibenclamida (HR = 1,47); Glipizida (HR = 1,53); Tolbutamida (HR = 1,47).

Sin embargo, no hubo diferencias entre metformina y gliclazida (Diamicron) o repaglinida (Novonorm) para ninguno de los grupos de pacientes, aunque la pequeña cantidad de pacientes que recibieron estos medicamentos puede haber contribuido a la menor potencia.

Además, se ha observado que las sulfonilureas y las meglitinidas aumentan el riesgo de mortalidad cardiovascular y un criterio de valoración compuesto de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular.

El riesgo podría estar relacionado con la interferencia del proceso de precondicionamiento isquémico por parte de estos fármacos, o podría estar relacionado con el riesgo de hipoglucemia. ()

Fuente: European Heart Journal, 2011

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