Se ha demostrado que el uso de inhibidores de la bomba de protones en pacientes tratados con aspirina con un primer infarto de miocardio se asocia con un mayor riesgo cardiovascular.
Se necesitaban más estudios para examinar una posible interacción farmacológica entre los inhibidores de la bomba de protones y la aspirina, que, de confirmarse, tendría importantes implicaciones clínicas.
Se realizó un estudio en el Hospital Universitario Gentofte de Copenhague, Dinamarca, en una gran cohorte no seleccionada de pacientes hospitalizados con un primer infarto de miocardio.
Tras excluir a los que habían tomado clopidogrel, hubo 19.925 pacientes a los que se les prescribió ácido acetilsalicílico en los 30 días siguientes al alta. De estos, 4306 también recibieron una receta para un inhibidor de la bomba de protones dentro de 1 año.
Durante el período de seguimiento, 3366 de 19925 pacientes (16,9 %) tuvieron recurrencia de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte cardiovascular.
La tasa global de eventos adversos cardiovasculares fue significativamente mayor entre los pacientes que tomaban aspirina y un inhibidor de la bomba de protones que entre los que tomaban aspirina sola (22,9 % frente a 15,2 %, cociente de riesgos instantáneos, HR=1,46, p. También demostró ser válido para cada uno de ellos). los tres eventos adversos se analizaron por separado.
En un análisis, se utilizó la puntuación de propensión para emparejar 8318 pacientes de la misma cohorte que habían tomado o no un inhibidor de la bomba de protones.
El cociente de riesgos instantáneos para eventos adversos cardiovasculares en este análisis fue de 1,61, lo que confirma y refuerza las conclusiones anteriores.
Recientes estudios ex vivo han demostrado que los pacientes que toman inhibidores de la bomba de protones tienen una respuesta plaquetaria reducida al ácido acetilsalicílico, en términos de aumento de la agregación plaquetaria residual y activación plaquetaria. Esta interacción es una posible explicación de la mayor tasa de eventos cardiovasculares observados en pacientes tratados con inhibidores de la bomba de protones.
Otra posible explicación es el impacto de los inhibidores de la bomba de protones sobre el pH gástrico, lo que podría reducir la biodisponibilidad del ácido acetilsalicílico. ()
Fuente: British Medical Journal, 2011
2011