Los pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular a los que se les ha implantado un desfibrilador cardioversor implantable (ICD, por sus siglas en inglés) pueden tener un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca.
Un análisis retrospectivo evaluó la incidencia y el resultado de la insuficiencia cardíaca en 1218 pacientes que participaron en el estudio MADIT II.
En el estudio se utilizaron dos tipos diferentes de desfibriladores, uno de una sola cámara y otro de doble cámara.
En general, el beneficio de supervivencia sobre los pacientes que recibieron tratamiento médico convencional fue del 42 % para los que tenían implantado un desfibrilador de una sola cámara y del 51 % para los que tenían implantado un desfibrilador de doble cámara.
Sin embargo, los pacientes con DAI tenían un 39 % más de probabilidades de tener una primera hospitalización por insuficiencia cardíaca y un 58 % más de probabilidades de experimentar hospitalizaciones recurrentes por insuficiencia cardíaca durante un período de seguimiento medio de 20 meses, en comparación con los pacientes con insuficiencia cardíaca que habían tenido no ha sido implantado con un desfibrilador. ( )
Fuente: Circulación, 2006
cardio2006