Los casos de deformación longitudinal de los stents son raros.

Un estudio encontró que la deformación longitudinal del stent tiene una baja incidencia de presentación en la práctica clínica.

En la deformación longitudinal, el stent se deforma dentro del vaso, aumentando el riesgo de oclusión trombótica del vaso y la posible aparición de infarto de miocardio.
Algunos factores que parecen predisponer a la deformación del stent son: calcificación de las arterias coronarias, implantación en un vaso sanguíneo torcido y colocación incorrecta del stent.

Se identificaron seis pacientes con deformación longitudinal del stent (0,31% de 1907 stents), todos con el Stent Promus Element de Boston Scientific, de 2705 intervenciones coronarias realizadas con 4588 stents (41,6% Stent Promus Element; 24,4% Abbott Xience Prime) entre julio de 2010 y noviembre de 2011.
La desviación del eje central del vaso fue un factor predisponente en cuatro casos, que se sometieron a posdilatación y/o colocación de stent suplementario.
No se produjeron eventos adversos durante un seguimiento medio de 5,8 meses.

Las pruebas de laboratorio mostraron que todos los stents podían comprimirse cuando se sometían a compresión longitudinal.
La deformación longitudinal del stent ocurre en todos los stents, pero a diferentes niveles de resistencia.
Se observó mayor manteca a los 50 g con Promus Element (38,9%).
Según la hoja de datos del producto, Boston Scientific recibió informes de 136 casos de deformación longitudinal del stent de 829 372 stents Element y Omega implantados (0,016 %).

Todos los stents del estudio mostraron cierto estiramiento después de la posdilatación.

En conclusión, la compresión del stent Promus Element se produce con una fuerza menor, pero es el único stent en el que se detecta la deformación por rayos X. ()

Fuente: Revista de Cardiología Intervencionista, 2012

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