Identificación del riesgo de fibrilación auricular y accidente cerebrovascular mediante pruebas genéticas

Una puntuación de riesgo genético de 12 variantes genéticas asociadas con un mayor riesgo de fibrilación auricular mejora la identificación de aquellos con más probabilidades de desarrollar fibrilación auricular y sufrir un accidente cerebrovascular isquémico.

Se examinaron 27 471 participantes en el Malmö Diet and Cancer Study para evaluar la asociación entre la puntuación de riesgo genético y la fibrilación auricular y el accidente cerebrovascular isquémico.

El período de seguimiento fue de aproximadamente 14 años.

Las 12 variantes genéticas son aquellas que se sabe que están asociadas con un nivel significativo de fibrilación auricular.
Estos incluyen cuatro polimorfismos de un solo nucleótido del gen PITX2 y uno en cada uno de los genes KCNN3, PRRX1, CAV1, C9orf3, SYNP02L, SYNE2, HCN4 y ZFHX3.

Los participantes se estratificaron en quintiles de puntuación de riesgo genético.

Durante el período de seguimiento se documentaron 2.160 primeros episodios de fibrilación auricular y 1.495 primeros ictus isquémicos.

En comparación con los sujetos del quintil inferior, los del quintil superior tenían un mayor riesgo de FA incidente (cociente de riesgo, 2) y accidente cerebrovascular isquémico (HR, 1,23).

En pacientes con sospecha de episodios temporales pero recurrentes de fibrilación auricular, o en personas con hipertensión arterial, puede ser importante definir la predisposición genética mediante un análisis de sangre.
Se puede justificar un tratamiento más extenso de la presión arterial alta en personas con un alto riesgo genético de fibrilación auricular.
También existen ventajas en el control del riesgo genético de los pacientes ya diagnosticados de fibrilación auricular. El test permite evaluar la necesidad de prescribir un fármaco anticoagulante para prevenir el ictus, especialmente en sujetos menores de 65 años. ()

Fuente: Accidente cerebrovascular, 2014

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