Estudios clínicos recientes han llegado a conclusiones contradictorias con respecto a la relación entre la hipertensión, la frecuencia cardíaca y el cáncer de próstata.
Se ha planteado la hipótesis de que la hipertensión y la frecuencia cardíaca elevada son marcadores de una mayor actividad del sistema nervioso central, lo que puede estimular el crecimiento del cáncer de próstata por los andrógenos.
El análisis de los datos del Estudio de Salud Cardiovascular (CHS) en el que participaron 2442 hombres de 65 años o más identificó un total de 209 casos de cáncer de próstata.
No se encontró asociación entre las mediciones de presión arterial de entrada y el cáncer de próstata, aunque estos resultados estuvieron influenciados por el tratamiento antihipertensivo posterior.
En cambio, se encontró una asociación entre una frecuencia cardíaca en reposo igual o superior a 80 latidos por minuto y el cáncer de próstata.
Existe una asociación inversa entre el riesgo de cáncer y el uso de medicamentos antihipertensivos, sin embargo, no hay diferencia en el uso de clases específicas de medicamentos.
Estos datos sugieren una relación entre los marcadores de enfermedad vascular y el cáncer de próstata.
Fitzpatrick y otros, Ann Epidemiol 2001; 111:534-542