A nivel individual, el consumo de cocaína representa el factor de riesgo más importante para el infarto de miocardio, mientras que a nivel poblacional, la contaminación del aire tiene el mayor efecto sobre el riesgo de infarto de miocardio.
Revisamos 36 estudios epidemiológicos con el objetivo de evaluar las fracciones de población atribuibles (PAF) para varios factores desencadenantes del infarto de miocardio.
Los PAF se calculan utilizando los cocientes de probabilidades y las frecuencias de cada desencadenante, y proporcionan una estimación del porcentaje de infarto de miocardio que podría evitarse si se eliminara el factor de riesgo.
La prevalencia de exposición en el análisis osciló entre el 0,04 % para el consumo de cocaína y el 100 % para la contaminación del aire.
El consumo de cocaína se asoció con un riesgo 24 veces mayor de infarto de miocardio, con mucho, el desencadenante más importante de un evento.
Otros factores que se asociaron significativamente con un mayor riesgo de infarto de miocardio fueron: comer una comida pesada, fumar marihuana, experimentar emociones negativas, esfuerzo físico, experimentar emociones positivas, enojarse, actividad sexual, exposición al tráfico, consumo de café y contaminación del aire.
Sin embargo, al calcular el PAF, la exposición al tráfico fue el desencadenante más importante de un evento agudo a nivel de la población, seguido del esfuerzo físico, el consumo de alcohol, el consumo de café y un cambio de 30 mcg/m3 en partículas con un diámetro aerodinámico de 10 mcg. (PM10) o menos.
Experimentar emociones negativas, enojarse, consumir una comida pesada, experimentar emociones positivas y la actividad sexual tenían PAF que oscilaban entre 3,9 % y 2,2 %, respectivamente, mientras que el consumo de cocaína y marihuana tenía PAF entre 0,9 % y 0,8 %, respectivamente %.
La exposición al tráfico podría ser una combinación de contaminación, estrés, ruido y otros factores, aunque se supone que la contaminación del aire juega un papel, especialmente para los automovilistas.
Algunos estudios han demostrado que reducir los niveles de PM10 en 30 mcg/m3 reduciría la incidencia de ataques cardíacos en un 5 %, mientras que reducir los niveles de PM10 en 10 mcg/m3 reduciría los eventos en un 1,6 %.
El estudio fue publicado en The Lancet. ()
Fuente: El Corazón, 2011
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