Estudio ANTIPAF: los sartanes no reducen el número de episodios de fibrilación auricular en pacientes sin cardiopatía estructural

Los metanálisis han demostrado que los antagonistas de la angiotensina II (también conocidos como BRA) pueden reducir las recurrencias de la fibrilación auricular con un buen perfil de seguridad.
Sin embargo, la evidencia obtenida de los metanálisis es heterogénea con respecto a las poblaciones de pacientes examinadas, los diseños de los estudios y los métodos utilizados para la detección de la recurrencia de la fibrilación auricular.

El estudio ANgiotensin II anTagonists In Paroxysmal Atrial Fibrillation (ANTIPAF) fue el primer estudio que evaluó prospectivamente la hipótesis de que Olmersartan (Benicar, Olmetec), un BRA, suprime los episodios de fibrilación auricular paroxística.

El criterio principal de valoración del estudio fue el porcentaje de días con episodios documentados de fibrilación auricular paroxística durante los 12 meses de observación.
Los criterios de valoración secundarios incluyeron el tiempo hasta la primera aparición de recurrencia de fibrilación auricular documentada, la calidad de vida, el tiempo hasta la primera recurrencia de fibrilación auricular, el tiempo hasta la fibrilación persistente y el número de ingresos hospitalarios.

Los pacientes se estratificaron según la presencia de tratamiento con betabloqueantes y se asignaron aleatoriamente a placebo u olmesartán (40 mg/día).
No se permitió el tratamiento simultáneo con sartanes, inhibidores de la ECA y fármacos antiarrítmicos.

Los pacientes fueron seguidos con registros de ECG diarios transmitidos por teléfono (al menos un registro de ECG de 1 minuto por día) independientemente de los síntomas, con la opción de enviar registros de ECG adicionales si aparecían síntomas relacionados con la fibrilación auricular.
Las visitas de seguimiento se programaron a los 3, 6 y 12 meses e incluyeron registros electrocardiográficos a largo plazo, ecocardiografía transtorácica, marcadores de laboratorio y evaluación de la calidad de vida.

El estudio incluyó a 425 pacientes (a partir de los 18 años) con episodios documentados de fibrilación auricular paroxística.

El estudio no encontró diferencias significativas en la carga de fibrilación auricular (variable principal) entre los grupos.
Los criterios de valoración secundarios, como la calidad de vida, el tiempo hasta la primera aparición de fibrilación auricular, el tiempo hasta la fibrilación auricular persistente y el número de hospitalizaciones, tampoco difirieron entre los grupos.
Sin embargo, el tiempo de prescripción de un fármaco como la amiodarona fue mayor entre los pacientes que recibieron olmesartán que entre los que recibieron placebo.

El estudio ANTIPAF encontró que en pacientes con fibrilación auricular y enfermedad cardíaca estructural concomitante, como enfermedad cardíaca hipertensiva o insuficiencia cardíaca sistólica, los ARB son una terapia complementaria eficaz. Sin embargo, los BRA no reducen el número de episodios de fibrilación auricular en pacientes con fibrilación auricular paroxística sin cardiopatía estructural. ()

Fuente: Reunión de la Sociedad Europea de Cardiología, 2010

2010