Enfermedad arterial coronaria grave asociada con enfermedad hepática no alcohólica en etapa terminal

Los pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal relacionada con el alcohol tienen significativamente menos probabilidades que aquellos con enfermedad hepática en etapa terminal no relacionada con el alcohol de tener enfermedad arterial coronaria grave y, por lo tanto, es posible que no necesiten una angiografía.

La prevalencia de enfermedad arterial coronaria entre pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal no está clara, sin embargo, es la principal causa de morbilidad y mortalidad en el primer año después del trasplante de hígado.

Se estudiaron 420 pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal que se consideraron elegibles para trasplante de hígado; en 125 la enfermedad hepática fue consecuencia del consumo de alcohol, mientras que en 295 no hubo relación con el alcohol.

Se encontró una alta prevalencia de factores de riesgo de enfermedad de las arterias coronarias y enfermedad de las arterias coronarias en ambos grupos, con un 29% de pacientes con enfermedad evidente en el examen angiográfico.

Una proporción significativamente mayor de pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal no relacionada con el alcohol tenían enfermedad arterial coronaria grave (es decir, diámetro de la estenosis mayor al 70 %) que aquellos con enfermedad hepática en etapa terminal relacionada con el alcohol (2 % versus 13 %). %).

Los predictores independientes significativos de enfermedad arterial coronaria fueron: hiperlipidemia, consumo de alcohol, edad, hipertensión y diabetes.
La presencia de uno o más factores de riesgo de enfermedad arterial coronaria predijo la gravedad de la enfermedad arterial coronaria, con una sensibilidad y especificidad del 100 % y 48 %, respectivamente, en la enfermedad hepática terminal relacionada con el alcohol, y del 89 % % y 60 %. %, respectivamente, en enfermedad hepática terminal no relacionada con el alcohol.

Los resultados positivos de las pruebas funcionales en la ecocardiografía de estrés con dobutamina se correlacionaron poco con la enfermedad arterial coronaria grave definida angiográficamente. Sin embargo, los resultados negativos de la prueba se correlacionaron fuertemente con la ausencia de enfermedad, con un valor predictivo negativo del 96 % en la enfermedad hepática terminal relacionada con el alcohol y del 90 % en la enfermedad hepática terminal no relacionada con el alcohol.

Estos datos indicaron que los pacientes con enfermedad hepática en etapa terminal relacionada con el alcohol sin factores de riesgo de enfermedad arterial coronaria y hallazgos normales en la ecocardiografía de estrés con dobutamina tienen un riesgo muy bajo de tener enfermedad arterial coronaria angiográficamente relevante y es posible que no requieran una angiografía de arteria coronaria invasiva antes trasplante de hígado ( )

Fuente: Diario Americano de Cardiología, 2011

2011