El antibiótico eritromicina, tomado por vía oral, prolonga la repolarización cardíaca y puede causar torsades de pointes.
La eritromicina se metaboliza ampliamente en el hígado por el citocromo P450 3A (CYP3A).
Los fármacos que inhiben CYP3A aumentan las concentraciones plasmáticas de eritromicina, lo que aumenta el riesgo de arritmias ventriculares y muerte súbita.
Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Nashville examinaron la asociación entre el uso de eritromicina y el riesgo de muerte cardíaca súbita, y también evaluaron si el uso concomitante de inhibidores potentes de CYP3A podría causar un aumento del riesgo.
A partir del análisis de la cohorte de Tennessee Medicaid, se identificaron 1476 casos de muerte súbita cardíaca.
Los inhibidores de CYP3A utilizados en el estudio fueron: nitroimidazol, diltiazem, verapamilo, troleandomicina.
La incidencia de muerte súbita cardiaca entre los pacientes que tomaban eritromicina fue dos veces mayor (razón de tasa de incidencia: 2,01; p = 0,03) que en los que no usaban antibióticos.
Se observó una incidencia 5 veces mayor de muerte súbita cardiaca entre los que tomaban concomitantemente inhibidores de CYP3A y eritromicina.
Este estudio demostró que se debe evitar el uso concomitante de eritromicina e inhibidores potentes de CYP3A. ( )
Ray WA et al, N Engl J Med 2004; 351:1089-1096
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