En pacientes con enfermedad renal crónica de moderada a grave, puede ser necesario iniciar el tratamiento con warfarina (Coumadin) a dosis más bajas, teniendo cuidado de controlar de cerca a los pacientes.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham, comparó las respuestas a la warfarina entre pacientes con enfermedad renal crónica leve, moderada y grave.
Además, se evaluó la influencia de la función renal reducida sobre la dosis de warfarina, el control de la anticoagulación y el riesgo de complicaciones hemorrágicas.
Se utilizaron datos de una cohorte prospectiva de 578 pacientes.
La enfermedad renal crónica se definió como una tasa de filtración glomerular estimada inferior a 30 ml/minuto/1,73 kg/m2, y la hiperanticoagulación como un índice internacional normalizado (INR) superior a 4.
En comparación con los pacientes sin ERC o con ERC de leve a moderada, los pacientes con ERC grave requirieron dosis de warfarina significativamente más bajas (p = 0,0002), tuvieron un tiempo más corto para alcanzar el INR dentro del rango objetivo (p = 0,049) y tenían un mayor riesgo de hiperanticoagulación (p = 0,052).
Además, el riesgo de hemorragia mayor en pacientes con enfermedad renal crónica grave fue más del doble que en pacientes con disfunción renal de leve a moderada (hazard ratio[HR]2,4). ()
Fuente: Revista de la Sociedad Americana de Nefrología, 2009
2009 Nefro2009