alcohol y corazon

El consumo de alcohol afecta diferentes sistemas del cuerpo, como el sistema nervioso central, el tracto gastrointestinal, los órganos hematopoyéticos y el sistema cardiovascular. A nivel del corazón, el alcohol y su metabolito acetaldehído producen un efecto tóxico a nivel de las mitocondrias y del retículo sarcoplasmático. Las ingestas moderadas de alcohol, por el contrario, pueden ser beneficiosas para el sistema cardiovascular, probablemente porque producen un aumento del colesterol HDL o cambios en la coagulación.
Los efectos tóxicos del alcohol sobre el corazón incluyen: 1) reducción de la contractilidad miocárdica; 2) hipertensión; 3) arritmias auriculares y ventriculares; 4) miocardiopatía dilatada secundaria no isquémica.
La cardiopatía alcohólica puede desarrollarse después de años de beber grandes cantidades de alcohol, presentándose con disfunción de dilatación y contractilidad del ventrículo izquierdo o de ambos ventrículos.
Las biopsias endomiocárdicas de pacientes con miocardiopatía alcohólica han revelado hasta un 30% de casos de miocarditis con infiltrados linfocíticos.
La abstinencia de alcohol después del desarrollo de insuficiencia cardíaca leve puede ayudar a retrasar la progresión de la enfermedad; en algunos casos también hay una reversión de los síntomas.
La insuficiencia cardíaca grave se asocia con un mal pronóstico. Aparte de la abstinencia de alcohol, el tratamiento para la miocardiopatía alcohólica es similar al de la insuficiencia cardíaca y tiene como objetivo reducir el tamaño del corazón agrandado y aliviar los síntomas.

Schppet H y Maisch B, Hertz 2001; 26:345-352